Existen diferentes técnicas para conservar alimentos que se han ido utilizando a lo largo de historia de la humanidad. Una de estas técnicas es el escabeche.
Estos métodos se utilizan para favorecer que los productos puedan soportar el paso del tiempo, impidiendo que se pierda el sabor y las cualidades nutritivas que tienen de manera natural.
¿Qué es el escabeche?
El escabeche es una técnica que usan los grandes cocineros para hacer que los alimentos puedan permanecer en buen estado por más tiempo, evitando así tener que congelarlos.
Gracias a esta forma de conservación es posible que los alimentos y productos que están en escabeche, mantengan todas las propiedades que hacen de ellos manjares adecuados para una dieta sana y equilibrada.
Además de ayudar a conservar los alimentos, el escabeche tiene el poder de aportar un gran sabor y aroma a los platos en los que se incluye como ingrediente, creando con cada bocado una sensación sabrosa e increíble.
Esta técnica se puede utilizar con diferentes alimentos como el pescado o la carne, en especial la de animales de monte, o las verduras.
Escabeche: ¿cómo se hace?
La elaboración del escabeche resulta muy sencilla de realizar.
Sus ingredientes son el vinagre, la sal, el vino blanco, el aceite y algunas hierbas aromáticas. También se pueden utilizar en la elaboración otros ingredientes que se suelen usar para sofritos, como cebollas, ajos y zanahorias.
El escabeche puede soportar dos tipos diferentes de elaboraciones: el escabeche en frío o el escabeche en caliente.
Uno de los ejemplos más conocidos sobre el uso del escabeche en frío son los boquerones en vinagre. Gracias al escabeche, además de conservarse mucho mejor, tienen un sabor mucho más potente. Los ácidos del vinagre irán “cocinando” poco a poco el pescado.
Pero en el caso de las carnes, el escabeche siempre se debe realizar en caliente. Antes de introducir las piezas de carne en el líquido de macerar, es necesario haberlas cocinado con antelación.
De dónde es originario el escabeche
El nombre que recibe este tipo de elaboración viene de una palabra árabe y persa que se pronuncia como “iskabech”. Poco a poco se fue traduciendo esta palabra hasta llegar a la que hoy utilizamos: escabeche.
La palabra persa que se usaba denominaba a un guiso de carne que se realizaba con vinagre, además de otros ingredientes. Esta palabra apareció en la literatura tradicional gracias al conocido relato de “Las mil y una noches”.
En aquellos tiempos las neveras aún no existían; por eso era necesario inventar maneras de conservar alimentos como la carne y que llegasen a todos los hogares.
Entre esos métodos se empezó a utilizar ácidos para ayudar a mantener los diferentes alimentos. El vinagre y el vino eran dos de los ingredientes más famosos para conservar los productos; y ahora forman parte de la receta para hacer el escabeche.
Otras teorías sobre el escabeche indican que, pese a que su designación es árabe, su origen es español.
La palabra en castellano, escabeche, apareció en el año 1525 en un recetario de cocina, escrito por un autor gastronómico catalán muy famoso por ser el primero en escribir libros de cocina en el continente europeo.
Aunque existan diferentes teorías sobre el significado y origen de esta palabra, lo que está más que claro es que el escabeche es una técnica culinaria que se ha convertido en tendencia, que permite mantener los alimentos en buen estado y ayudarlos a que potencien su maravilloso sabor.
Escabeche: una elaboración tradicional que sobrevive al paso del tiempo
En esta época en la que los alimentos ultra procesados están de moda, el escabeche se ha convertido en una técnica tradicional que sigue en lo más alto de las técnicas culinarias.
Bien para evitar la congelación de los alimentos o como método de cocción que ayuda a sacar y asentar el sabor de estos, el escabeche es un método de cocinado y conservación tradicional que ha perdurado en el tiempo, utilizándose para crear auténticos platos para gourmets.
Los alimentos elaborados con esta técnica son recetas fáciles de cocinar, que sirven para acompañar y que permiten llevar hasta la mesa alimentos singulares y exclusivos sin perder sus propiedades, así como su máximo sabor.