Si eres un apasionado de los sabores auténticos, la carne de caza es una opción que no te puedes perder. No obstante, hay personas a las que este tipo de carne les resulta un poco pesada, aunque no se debe tanto a su naturaleza, sino a la forma de prepararla.
En este artículo te vamos a contar los mejores trucos para preparar la carne de caza y tener una digestión suave. Toma nota.
El punto de cocción, clave para una carne blanda
La carne de monte suele ser algo más dura y fibrosa que la de los animales de granja. Esto se debe a que los animales salvajes se mueven más y tienen una alimentación más variada que la de los de ganadería.
Por ello, es muy importante que el punto de cocción de la carne sea el correcto. Si te pasas, será difícil de masticar y más dura. El punto está en cocinarla solo lo justo para que esté en su punto, tierna y fácil de masticar.
Lo mejor es cocinarla a fuego lento en guisos, estofados o al horno a baja temperatura. De este modo lograrás que la carne se ablande y sea más digestiva.
Aprovecha el potencial de las especias y hierbas aromáticas
Otra de las técnicas de preparación de la carne de caza para que sea más digerible es sazonarla con especias y hierbas. Por ejemplo, el romero, el tomillo o el orégano realzan el sabor de la carne y ayudan a la digestión.
En cuanto a las especias, si utilizas pimienta, nuez moscada o comino también conseguirás una digestión suave. Al estimular la producción de jugos gástricos, estas especias son ideales para las carnes de caza.
También puedes añadir un chorrito de vino o vinagre para ablandar las fibras. Y si combinas los líquidos con las especias y hierbas, puedes elaborar marinados y adobos que potencian los sabores y preparan la carne para una mejor digestión.
Utiliza esta técnica con moderación. El objetivo es potenciar el aroma, pero no tapar el sabor de la carne.
Elige cortes magros y quita toda la grasa visible
Cada corte de carne tiene una cantidad diferente de grasa, y las piezas más magras son las más digestivas. La pierna, el lomo o el solomillo son cortes mucho más magros y, por tanto, más recomendables si sueles tener digestiones pesadas.
También puedes retirar toda la grasa visible de la pieza de carne antes o después de cocinarla. Así reducirás la sensación de pesadez.
Cocina la carne con verduras y hortalizas
Incluir verduras y hortalizas en tus recetas con carne de caza también hace que la digestión sea más suave. Estos ingredientes aportan fibra, vitaminas y minerales que, combinados con las proteínas de la carne, hacen que el plato esté bien equilibrado.
Por ejemplo, puedes saltear verduras o añadirlas a un estofado. Otra opción es servir la carne acompañada de una ensalada o unas verduras al vapor. También combinan muy bien las castañas o los champiñones.
Reposo y enfriamiento adecuado
Antes de cocinar la carne de caza, se debe dejar reposar para que se asiente, madure y ablande. Además, después del proceso de cocción es recomendable dejarla unos minutos antes de servirla para que los jugos se distribuyan bien y toda la pieza esté más tierna.
La técnica del “amasado”
Otra de las técnicas con las que se puede conseguir una carne de caza más tierna consiste en golpearla con un mazo de carne con suavidad. Así se romperán las fibras y será más fácil de comer.
Eso sí, no te pases dando golpes a la carne porque puedes obtener el efecto contrario. Si la machacas demasiado, perderá jugosidad y tendrás una carne más correosa.
Elige una carne de calidad
Por último, pero no por ello menos importante, hay que escoger una carne de calidad. Tanto las técnicas de obtención de la carne como el almacenamiento son cruciales para garantizar la frescura y naturaleza del producto.
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Con estos consejos y técnicas conseguirás una carne suave y agradable para tu estómago.