Con el verano uno de los planes estrellas son las barbacoas, siendo una ocasión perfecta para disfrutar de una buena pieza de carne Artemonte. Una pieza de carne perfectamente cocinada a la barbacoa es uno de los mayores placeres de la vida que podemos proporcionar a nuestro paladar, pero quizá es una de las técnicas para cocinar más complicada ya que requiere una atención especial a la hora de su preparación. Las carnes a la plancha o a la parrilla se deben preparar para que la superficie quede dorada y el interior jugoso, para disfrutar de todo su sabor. Te traemos algunos trucos para que puedas disfrutar de ellas.
Preparación
Un consejo para evitar los contrastes de diferentes temperaturas es que la carne se encuentre a temperatura ambiente en el momento de cocinarla. Para ello podemos sacarla fuera de la nevera entre 30-60 minutos antes de cocinarla.
Mientras se calienta nuestra superficie donde cocinaremos, iremos preparando la carne. Una recomendación es repartir por toda la pieza un chorro de aceite, después salpimentamos y condimentamos a nuestro gusto. A continuación, colocamos la pieza en la barbacoa.
Hay tres pasos claves que tenemos que seguir para disfrutar de las carnes Artemonte:
- Dorar el exterior de la carne lo más rápido posible de manera uniforme a una temperatura muy elevada.
- Cocinamos parcialmente la carne a una temperatura menor.
- Dejarla reposar.
Estos pasos dependen también del gusto del punto de la carne de cada persona, ya que algunos prefieren la carne más jugosa por dentro y otros con un sabor más uniforme. Un truco para controlar el punto de la carne son los jugos. Durante la preparación de la carne los jugos salen a la superficie, dependiendo de ello podremos comprobar el punto de la carne. Cuando los jugos comienzan a salir, la pieza se encuentra «poco hecha» o «al punto». Cuanto más oscuros son los jugos, más cocinada está la carne en su interior.
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